¿DÓNDE ESTÁS, DIOS? PDF
¿Sigues conectado?Vivimos en una época en la que nunca se deja de hablar. Pero, ¿qué sucede si dejamos de escuchar? No a los demás, sino a esa voz sutil que no grita, no impone. Que te espera. Esa voz es Dios.En ¿Dónde estás, Dios? En busca de la conexión perdida, Alberto Senatore nos acompaña en un peregrinaje moderno, hecho no de kilómetros, sino de preguntas. ¿Qué nos falta realmente, cuando pa...

Alberto Senatore - ¿DÓNDE ESTÁS, DIOS?

¿DÓNDE ESTÁS, DIOS?

A la búsqueda de la conexión perdida

Alberto Senatore

185
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Publicado por
StreetLib eBooks

Idioma
español
Formato
epub
Cargado

Descripción

¿Sigues conectado?Vivimos en una época en la que nunca se deja de hablar. Pero, ¿qué sucede si dejamos de escuchar? No a los demás, sino a esa voz sutil que no grita, no impone. Que te espera. Esa voz es Dios.En ¿Dónde estás, Dios? En busca de la conexión perdida, Alberto Senatore nos acompaña en un peregrinaje moderno, hecho no de kilómetros, sino de preguntas. ¿Qué nos falta realmente, cuando parece que lo tenemos todo? ¿Por qué, aun teniendo acceso a toda la información, sentimos que hemos perdido lo esencial?Senatore parte de una intuición tan simple como profunda: una vida sin conexión con el Creador es una vida incompleta. Desconectarse de Dios significa quedar atrapados en la confusión, en la superficialidad, en la incertidumbre. Pero sobre todo en el miedo. Incluido el más profundo: el miedo a la muerte.Este libro no ofrece respuestas fáciles. Ofrece una oportunidad: detenerse, escuchar, alzar la mirada y redescubrir que la conexión con Dios no es un concepto abstracto ni una práctica automática. Es un acto de confianza.Es también una invitación a volver a la red. Pero con Dios. A redescubrir la Cruz como antena, Cristo como módem, el Resucitado como conexión activa. A comprender que permanecer conectados con Dios significa vivir con un propósito, caminar con una guía, afrontar el mañana con esperanza, libres. Con la alegría de vivir.El autor escribe como quien ha vivido antes de hablar. Sus palabras no son sermones, sino pasos. Cada página nos recuerda que todavía podemos reconectarnos.Porque –como nos enseña Senatore– no fuimos creados para navegar solos.Depende de nosotros dar el primer clic. No en un enlace seductor, sino en el corazón agradecido.

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